lunes, 10 de diciembre de 2007

GATO

Gato era muy buen bailador y presumía de vestir bien. Nunca le faltaban las mujeres porque al verlo tan apuesto y diestro en la danza, enseguida se enamoraban de él.

Una de aquellas mujeres quiso al bailador sólo para ella. Le regaló una corbata y él se la estrenó para ir al próximo baile, donde todos lo esperaban con ansiedad.

A medida que Gato bailaba y bailaba, sentía que le faltaba la respiración y que lo estrangulaban. Por esto, antes de que finalizara la fiesta, corrió a casa de Orula y le explicó que nunca antes se había sentido tan mal.

El adivino le indicó que una mujer lo había querido amarrar con la corbata que llevaba puesta y que si quería salvarse, debía hacer rogación con la prenda.

Hecha la rogación, Gato volvió a ser el bailador preferido de siempre.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...