domingo, 9 de diciembre de 2007

Shangó: deidad de los rayos
Escrito por Eshu Omó Iré

En los pueblos y villas Yorùbás abundan los santuarios a Shangó. En ellos pueden verse imágenes de un hombre rodeado de tres imágenes pequeñas que representa a Shangó con tres esposas. También pueden verse imágenes con cuernos de carnero en la cabeza y que sostiene en su mano un hacha de doble filo. También hay sonajeros hechos con güiro, un mortero invertido, una olla grande de agua que contiene algunos implementos de metal en forma de pincel o hacha. Tales símbolos aunque pueden estar en el santuario , están ocultos a la vista pública mediante una cortina de color morado o castaño que es el color especial de Shangó.

Sus atributos especiales son: seis piedras de rayo, un hacha de doble filo de madero o de piedra de rayo, piedra de antimonio (según un mito los ojos de Shangó son de ese mineral), pilón de madera esculpido, receptáculo de madera para el secreto, vasija agujereada en donde se hace fuego y que es llevada a la cabeza, un collar rojo y blanco o castaño, 18 cauríes, una espada alfanje, un cuchillo tipo daga, maracas, tambor. Su altar es cubierto con tela de color rojo, blanco, castaño y morado. Lo acompañan dos deidades: Ose, que se representa con una figura humana con cabeza y cuernos de carnero, lleva en la cabeza un hacha de doble filo y en su mano derecha lleva una piedra de rayo. Kushe, ayudante de Shangó que se representa con un muñeco de madera con un carbón en la mano.

En Cuba se le atribuye a Shangó como parte de sus atributos a Oggué, que son dos cachos de toro vacíos o cargados que algunos los ponen encima de Shangó y otros adentro de su sopera, y que según ellos es para que no sea traicionada amorosamente la persona que lo tenga. No obstante, Oggué es una deidad secundaria que pertenece al culto y a la deidad Oro y a Ozaín, por lo que no pertenece a Shangó pero muchos lo creen así e incluso le dan la paloma que Shangó no puede comer. Sin embargo, es Oke, la deidad de la montaña, quien come las palomas que pueden enfermar a Shangó y no Oggué como se piensa. La deidad Oke es un discípulo mayor del linaje de Shangó en la tierra y no de Obatalá como muchos creen en tierras americanas.

A Shangó se le ofrece a diario kolá amarga, también abundante aceite de palma para apaciguar su ira. En días especiales se le ofrece carneros y gallos.

En Ilé Ifé existe una deidad de contraparte de Shangó llamado Oramfe, a quien le hacen ofrendas cada vez que cae un rayo o hay tormentas. Parece que estas dos deidades son las mismas y que tienen la misma misión que cumplir de parte de Olodumare aquí en la tierra.

Shangó es deidad del trueno, del rayo, es viril y gallardo , violento y justiciero, castiga a los ladrones y mentirosos, es libertino aventurero, guerrero, feroz, agresivo. Castiga fundamentalmente golpeando el pecho de las personas produciéndoles así un infarto, según el odu Obbara Okana.

Su verdadera esposa es Baatá y no Oyá, ni Oshún, ni Obá que son deidades que están muy vinculadas a él en el logro de tareas, aunque pudo haber tenido algún tipo de relación con ellas ya que es muy mujeriego.

Shangó tiene la potestad de saber lo que el hombre dice en secreto y lo grita en el cielo y en la tierra. Fue nombrado por Obatalá como vocero que convoca al Concejo Divino. También es el Gran Testigo en las consagraciones religiosas, está presente en las ceremonias del ifísmo, en las de Olókun, Oduduwa, Igba Odu, Eggun, Ozaín, etc.

Shangó tiene como tabú la calabaza, que la mujer manipule sus atributos cuando esté menstruando, el aceite de sémola de maíz, y la nuez de kolá con excepción de la kolá amarga llamada orogbó.

Entre las ofrendas de éste orisha se encuentran: el carnero como ofrenda principal, kolá amarga, plátanos indios, manzanos y demás frutas, aceite de corojo, jicotea, codorniz, toro, pavo, guinea, oveja, pollo, gallo, harina de maíz, quimbombó, caballo, león, tigre, ñame asado o machacado, higos secos y frescos, pargo, cangrejo, guanajo, perro, pato que come junto a Yemayá, vino seco y tinto, miel, caña de azúcar, coco, tabaco, sopa de hongos, entre otros.

En Okana melli o ellioko ogundá se pone de manifiesto el carácter de sagrado para Shangó la Palma Real y no la Ceiba como muchos piensan. En ésta palma se le colocan y se realizan ofrendas tanto en Cuba como en África, y su bayoneta, llamada perigallo, es de utilización primordial en las consagraciones del ifísmo. Se dice que alrededor de ella se consiguen las piedras de rayo.
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